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No hago terapia. Y, aun así...

Actualizado: 6 may


Acompaño a personas en sus procesos vitales más significativos.


Les escucho, les sostengo y les invito a mirar(se) con amabilidad. Les acompaño a encontrar sentido en lo que viven, a recuperar su fuerza interna y a transitar sus momentos con mayor calma, claridad y coherencia. Y todo esto lo hago desde mi lugar: el Trabajo Social.


Soy trabajadora social integrativa.


Y sí, eso incluye mucho más de lo que muchas veces se imagina cuando se piensa en esta profesión. Mi función va mucho más allá: acompaño personas y familias en situaciones vitales que implican cambios, pérdidas, crisis, enfermedades o retos importantes. No me limito a gestionar recursos o ayudas. De hecho, considero que el mayor recurso que puedo ayudar a encontrar es la propia persona. Mi labor es acompañarla a descubrir que ella misma es su principal fuente de fuerza, de capacidad y de transformación.


"El mayor recurso que puedo ayudar a encontrar es la propia persona".

Según el Colegio Oficial de Trabajo Social de Cataluña,


el trabajo social es una profesión que promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación de las personas para aumentar su bienestar. Y el Consejo General del Trabajo Social añade que forma parte de nuestro rol ofrecer apoyo emocional, es decir, estar al lado de las personas en sus procesos, favoreciendo su autonomía y capacidad de decidir sobre su vida.


¿Quién necesita eso?


Muchas personas. Personas que no buscan una terapia ni un diagnóstico. Personas que simplemente necesitan ser escuchadas sin juicio. Que atraviesan un momento vital intenso. Que no saben por dónde tirar. Que están cansadas. Que sienten que han perdido el norte o que necesitan un espacio donde parar y recolocarse.


A veces, simplemente necesitan:


  • Un espacio donde poder hablar sin que nadie intente corregirles ni solucionarles nada.

  • Una mirada amable que les devuelva su valor.

  • Una orientación clara sobre cómo transitar una situación compleja.

  • Un acompañamiento que integre lo emocional, lo corporal, lo social y lo espiritual.


Y ahí, puedo estar yo.


Mi enfoque integrativo combina la escucha profunda con herramientas del trabajo social clásico, la mirada sistémica y transgeneracional, la narrativa terapéutica, la energética, la meditación, la psiconeuroinmunología y mi experiencia personal y profesional.


Porque no siempre se trata de hacer terapia. A veces, simplemente se trata de tener un espacio seguro para mirarte, escucharte y recuperar tu centro. Y ahí, hay espacio para lo que yo puedo ofrecer.

Un acompañamiento diferente —y no por eso menos valioso— que dignifica a la persona, la sitúa en el centro, y la acompaña desde una mirada humana, cercana y flexible.



Un abrazo,

Sandra Foix





Referencias:

 
 
 

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